domingo, 9 de marzo de 2014

Asesinos en serie - La Voisine

 
Las misas negras de Montvoisin

A mediados del siglo XVI, la bruja fabricante de cremas, polvos y filtros mágicos, llamada La Voisine, compró una casa en la calle Beauregard; poco tiempo después su fama de hechicera se extendió hasta la corte dónde acudía la aristocracia en busca de filtros algunos, otros a practicar misas negras para conseguir más poder.
Los oficiantes de esas macabras ceremonias eran párrocos y abades renegados de su fe católica que se prestaban  a todo tipo de actos lascivos y asesinatos en el nombre de Satán; en uno de esos ritos oficiado por el abad Mariette en la iglesia de San Severino utilizó dos corazones de palomas bendecidas.
La influyente amante del rey, madame Montespan fue una asidua incondicional y viendo el monarca iba perdiendo interés en ella mientras colmaba de atenciones a otra cortesana, la consideró su rival y encargó a La Voisine una de esas misas para deshacerse de ella; la bruja montó un altar en el jardín de su casa, con un crucifijo y velas negras, los oficiantes, el abad Lesage y el abad Mariette iban vestidos con casullas y en la ceremonia, la mujer que la había encargado debía despojarse de su capa negra y tumbarse completamente desnuda en el altar sujetando dos velas negras y con las piernas abiertas, a continuación el sumo sacerdote depositaba el cáliz en el vientre de la mujer y celebraba la misa con todo tipo de ritos blasfemos y obscenos en el nombre de Satanás.
El sumo sacerdote en este caso el abad Guibourd, cubierto con un manto negro y ocultando su rostro con una capucha,sacó unas velas hechas de la grasa de los ahorcados que le proporcionaba el verdugo y unas ostias negras en un cáliz; una vez hechos los preparativos, entraba la encargada de llevar a los bebés que habían sido bautizados, mademoiselle des Oeillets, para sus sacrificios.
Acabada la misa, empezaba el ritual, el abad Guibourd colocaba el cáliz de plata entre los pechos, en este caso de la Montespan y un crucifijo en el pubis, a continuación sacaba una ostia y la introducía en el sexo de la mujer y el abad se arrodillaba para tomarla directamente, seguidamente se quitaba la casulla y practicaba sexo con la cortesana Montespan.
La última parte del ritual era el sacrificio del bebé al que asesinaba cortándole el cuello para beber su sangre en el cáliz y rociar el vientre y el sexo tanto de él como el de la cortesana, mientras solicitaba a Lucifer recibir sus favores a cambio del sacrificio.
Más tarde La Voisine que fue acusada por por  la Cámara Ardiente, de practicar la brujería, reconoció tener un horno en su casa donde quemaba los frutos de los abortos que también practicaba y de los cadáveres de bebés, la mayoría hijos de prostitutas que los vendían, aproximadamente fueron unos dos mil infanticidios.
El 22 de Julio de 1680, La Voisine fue quemada viva.
Nota: En este caso hubo mucha más gente implicada, todos de la alta burguesía francesa, pero nuestra asesina en serie de hoy es La Voisine.







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