jueves, 10 de abril de 2014

Cocina - empanada de sardinas

Hola a todos, ya sabemos que por estas fechas, vísperas de Semana Santa, el bacalao y el potaje son ya tradición, pero me gustaría hacerle un homenaje a la rica y sana sardina, sobretodo la de aquí de la terreta, debido a que nuestro mar posee más cantidad de sal que el resto tiene un sabor a playa exquisito, espero que os guste.
Ingredientes para cuatro personas:
Dos rollos de masa brisa.
Una docena de sardinas medianas, de las nuestras.
Dos puerros.
Una cebolla.
Dos peras.
Medio tronco de apio blanco.
Un huevo.
Mantequilla.
Harina.
Preparación:
Limpiar las sardinas y quitar las tripas, la cabeza y la espina.
Partirlas por la mitad, que se quede en dos filetes y escurrirlas bién.
Pelar y partir muy fina la cebolla y la parte blanca de los puerros y rehogar en una sartén con dos cucharadas de aceite y a fuego lento.
Pelar, cortar en cuatro trozos descartando el corazón de las peras y cortarlas muy finas.
Añadir las peras y las sardinas previamente sazonadas con sal, a los puerros, el apio y la cebolla.
Dejar que se cueza diez minutos a fuego muy lento, retirar, escurrir y dejar que se enfríe el relleno.
Untar el molde para la masa con mantequilla y espolvorearlo con un poco de harina.
Poner la primera lámina y rellenar con los vegetales primero y las sardinas después.
Tapar el relleno con la otra lámina y sellarla.
Batir el huevo con unas gotas de agua y pintar la masa con un pincel.
Precalentar el horno y dejar que se haga durante 20 o 30 minutos a 180º.
Buen provecho.





Juanito Forever

Lunes veintiocho de septiembre

Esta mañana nos hemos despertado todos un poco perjudicados y hemos pasado casi todo el día en casa, hasta que ha llamado a la abuela la hija de la señora Paquita para decirle que se acercase a su peluquería para hacer una demostración de los cosméticos que vende, así es que la abuela se ha recompuesto la cara, se ha recolocado el páncreas, me ha cogido cariñosamente de la oreja y me ha obligado a acompañarle.
Durante el camino no ha parado de decirme que cuándo lleguemos me esté quieto y no toque nada, que no hable y que no respire, así es que he cogido aire y lo he guardado en los pulmones para no ahogarme.
Una vez en la peluquería la abuela ha sacado un montón de botecitos llenos de cosas pringosas pidiendo voluntarias entre las clientas de Pepa, la peluquera, para probarlos y todas se han prestado, aunque las muy ratas no han comprado nada.
A la pobre Pepa le ha sentado fatal haber hecho ir a mi abuela para nada y le ha dicho que le dejase unos tarritos en la peluquería para ver si ella podía venderlos, pero como la mayoría de sus clientas eran señoras mayores, le ha encargado mascarillas para las patas de pollo, la papada y arrugas en general; la abuela le ha contestado que intentaría conseguir la piedra filosofal o en su defecto una plancha a vapor para arrugas rebeldes.
Antes de marcharnos sin ningún pedido he intentado echarle una mano a la abuela y he pedido a todas las señoras que me prestasen atención porque yo tenía una fórmula secreta llegada del antiguo Egipto que nunca fallaba, ellas se quedaron muy calladas y yo les expliqué en que consistía el tratamiento de belleza, que además es de verdad porque un día lo estudiamos en clase;les dije que el primer paso era extraer los menudillos de las personas y luego rellenar el cuerpo de hierbas aromáticas y cosas que huelan bién, después se cierra el cuerpo cosiéndolo a mano, aunque es mejor con máquina de coser porque queda el punto más bonito, después hay que envolverlo con vendas o papel de aluminio si se va a congelar y si no, se tienen que meter en una cajita durante unos cuantos siglos.
Mi idea les ha debido parecer muy buena, porque salieron todas corriendo para ponerla en práctica, lo malo es que mi abuela, en un arrebato de celos profesionales, me ha dado una colleja desde el cariño.
Volvemos a casa y en mi afán de ayudar a que suban las ventas de la abuela me he puesto a fabricar cosméticos naturales y  mientras ella pelaba la pava con Valentín, he ido a su cuarto, he cogido todos sus tarritos, los he vaciado en la pila de la cocina y los he rellenado de cosas naturales para curar las arrugas.
He cogido un bote de alubias, un diente de ajo, aceite y vinagre, lo he triturado todo con la batidora y he rellenado algunos tarros con la nueva crema, con los que han sobrado he hecho la misma operación y he fabricado otra con un bote de lentejas con chorizo, otra de potaje de garbanzos, otra de caldo gallego y otra de callos a la madrileña, pero como todavía quedaban dos botecitos vacíos, los he llenado de harina para repostería de marca cemento rápido.
He acabado hecho polvo pero contento y seguro de que cuando la abuela haga otra demostración en la peluquería de Pepa, venderá como churros.






 

domingo, 6 de abril de 2014

Siento abandonar este blog

Siento abandonar este blog por los muchos seguidores que tengo, pero por problemas de configuración o técnicos me es imposible borrar la publicidad de mi escritorio y del propio blog.
Os doy un millón de gracias por seguirme y espero que en el siguiente que abriré en breve con los mismos temas me seáis fieles.
Hasta pronto.
Mariampa