Valencia (España), martes 23 de Septiembre del año 2.014,el Otoño volvió a rescatarme del estado catatónico en el que me sumerjo todos los veranos y me regaló con una pequeña y agradable tormenta.
El día 8 de Octubre se producirá un eclipse total de luna y uno parcial de sol el día 23, aunque desafortunadamente no se verán desde aquí.
El motivo por el que hoy dedico mis pensamientos a esta estación es para dedicarle un homenaje a la discreta melancolía que este cambio de luz y colores me provoca, haciéndome sentir que todo está en orden, en silencio, en recogimiento; ahora es el momento de fundirme en el bucólico paisaje del bosque y abrazo la desnudez de los árboles mientras mis pisadas hacen que crujan las hojas secas.
Me gustaría que vieseis un vídeo que subí el año pasado, que después cerraseis los ojos y escuchaseis solo la música, que os dejaseis llevar por los sentimientos.
Esparce Octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva al infinito el pensamiento.
Que noble paz en este alejamiento
de todo; oh prado bello que deshojas
tus flores; oh agua fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento.
¡Encantamiento de oro! cárcel pura,
en que el cuerpo, hecho alma, se enternece,
echado en el verdor de una colina.
En una decadencia de hermosura,
la vida se desnuda y resplandece
la excelsitud de su verdad divina.
Juan Ramón Jimenéz
