martes, 15 de abril de 2014

La casa de los horrores - asesinos en serie

Frederick West nació en el seno de una familia humilde debido a los estragos de la guerra, tuvo una niñez normal y fué querido por sus padres; Fred fué un mal estudiante y a los quince años dejó la escuela para ponerse a trabajar en una granja.
Cuándo tenía diecisiete años, en un accidente sufrió un fuerte golpe en la cabeza y estuvo ocho días en coma, una vez despertó fué operado colocándole una placa metálica en el cráneo; a raíz del accidente Fred cambió su carácter, tenía accesos de ira incontrolada y desarrolló una especie de obsesión por los objetos que se utilizan para la construcción llegando a tener una gran colección de ellos.
En ese tiempo conoció a Catherine Costello, una joven de dieciséis años a la que todos conocían como Rena y que pese a su juventud ya tenía antecedentes penales por robo y prostitución; durante una temporada Fred y Rena fueron amantes, pero finalmente ella regresó a su casa hasta que en el verano de 1961 volvió con él y le confesó que estaba embarazada de otro hombre, pese a todo, en otoño de ese mismo año contrajeron matrimonio y se fueron a vivir a Escocia, lugar de origen de Rena.
Fred encontró trabajo como conductor de un camión de helados y en 1964 tuvieron una hija a la que llamaron Charmaine; poco después del parto, Fred atropelló a un niño con su camión de helados, la criatura murió y aunque nadie le culpó por el desgraciado accidente,el renunció a su trabajo por los remordimientos que sentía.
Los West regresaron a Gloucester y Fred consiguió trabajo en un matadero y a partir de ahí, empezó a desarrollar una insana fijación por los cadáveres y el descuartizamiento, al mismo tiempo, su matrimonio se desestabilizaba y Rena volvió a Escocia sola, sin sus hijas, ya que Fred no dejó que se las llevara, pero en el verano de 1966 ella regresó a Gloucester encontrándose a Fred viviendo en un remolque con su nueva compañera, Anna Macfall.
Un año después Anna que pretendía que Fred se divorciara de Rena, quedó embarazada y le pidió que se casara con ella, el agobio que supuso esta situación  a Fred desembocó en su primer asesinato, mató a Anna, la descuartizó, le cortó los dedos de pies y manos, le seccionó las rodillas y le arrancó al feto del vientre enterrándolo a su lado cerca del lugar donde vivían, guardó sus macabros trofeos que a partir de ese día se convertiría en la firma del resto de asesinatos.
Una vez desaparecida Anna, Rena volvió con Fred y el le propuso que volviera a ejercer la prostitución, en los momentos que ella se ausentaba él aprovechaba para acariciar a las niñas, hasta que la inconstante Rena harta de todo, volvió a dejar a las niñas al cuidado de su marido y se marchó sin saber que Fred por entonces ya abusaba sexualmente de sus hijas todos los días.
Un año después desapareció una joven que esperaba en una parada de autobús para reunirse con su novio, pero nunca llegó; a finales de ese mismo año West encontró trabajo como repartidor de pan conociendo a la que sería su compañera en la aberrante carrera criminal, se llamaba Rosemary Letts. 
La infancia de Rosemary no fue tan dichosa como la de Fred, hija de padre esquizofrénico y madre depresiva, Rose vivió los brotes psicóticos de su padre y los malos tratos que propinaba tanto a su mujer como a sus hijos; Daisy, la madre de Rose tuvo una recaída cuando estaba embarazada de ella, fué hospitalizada y tratada con electroshock lo que perjudicó gravemente al feto.
Rosemary fue criada en un ambiente de miedo, sumisión y maltrato, hasta que con apenas quince años marchó de su casa; al igual que Fred fué muy mala estudiante pero muy activa sexualmente.
Al poco tiempo de conocerse Fred y Rose se convertirían en amantes, a la vez que Fred ingresaba en prisión acusado de pequeños robos, fue entonces cuando ella descubrió que estaba embarazada.
La vida de Rosemary se convirtió en un infierno, estaba a cargo de las dos hijas de su novio, embarazada y sin ingresos con apenas dieciséis años, su carácter se agrió y comenzó a maltratar a las pequeñas.
En 1970 tuvo una niña a la que llamó Heather y la violencia retenida de Rose estalló, un día Charmaine desapareció y le dijo a su hermana Anne Marie que Rena, su madre, se la había llevado a Escocia, pero la realidad es que Rosemary la había matado a golpes, entretanto Fred salió de prisión y ambos comenzaron una nueva vida.
Para Frederick Rena se estaba convirtiendo en un estorbo, así es que un día la citó con la excusa de hablar sobre la desaparición de Charmaine, cuando Rena acudió Fred estaba borracho, y sin mediar palabra, le dio una paliza, luego la estranguló, la descuartizó, le seccionó los huesos de las rodillas y los dedos de pies y manos que guardó, puso los restos del cadáver en bolsas de plástico y la enterró en la misma zona donde yacía Anna Macfall.
En aquel tiempo la población de negros procedentes de Las Antillas era muy numerosa en Gloucester y Fred vio la oportunidad de satisfacerse sexual y económicamente, así es que empezó a invitarlos a su casa para que tuvieran relaciones sexuales con Rose, mientras él a escondidas grababa y sacaba fotografías de los encuentros para luego publicarlas en revistas de contactos.
La enfermiza obsesión por el sexo de los West los condujo a buscar mujeres, una de ellas, Elizabhet Agius, una vecina a la que invitaron a su casa fué drogada y violada; la relación psicótica de la pareja no podía ir mejor, así es que en 1972 se casaron y poco después tuvieron una hija llamada Mae West.
Tras el nacimiento de Mae y con la ayuda del patrón de Fred, decidieron mudarse a una casa más grande y acondicionarla para poder alquilar habitaciones y al mismo tiempo para que Rose tuviera un lugar mejor para prostituirse, la encontraron en la calle Cromwell Street, era una casa muy grande en una zona discreta con una buena bodega y un buen garaje, años después sería bautizada como la casa de los horrores.
Fred trabajó mucho ampliándola y reformándola, en el sótano instaló aparatos de tortura y lo insonorizó; la primera víctima de su nuevo hogar fué su hija Anne Marie que por entonces tenía solo ocho años, la bajaron al sótano, le ataron las manos a la espalda, la amordazaron y mientras Rose la acariciaba, su padre la violó, después le dijeron que no contase a nadie lo que había pasado, y desde entonces la niña fue violada a diario.
Poco después los West tuvieron en acogida a una joven llamada Caroline Owens de diecisiete años, tanto Fred como Rose intentaron seducirla a lo que ella se negó, eso les enfureció y Fred la golpeó, después la bajaron al sótano, la desnudaron y la ataron con cadenas, Fred la azotó hasta que la chica se desmayó, cuando se recuperó, los dos abusaron de ella, Fred la violó y la sodomizó, pero increíblemente la dejaron marchar.
Más tarde Caroline y su madre presentaron una denuncia, por entonces Rose había quedado nuevamente embarazada.
Tras la denuncia de Caroline y durante la audiencia, Fred dijo al juez que ella participó voluntariamente en el juego sexual, y pese a los antecedentes de Fred, el juez le creyó y le dejó en libertad.
La siguiente víctima, Lynda, se trasladó a casa de los West para cuidar de los niños, pero acabó en el sótano donde la torturaron,violaron y Fred la sodomizó, estuvo así varios días hasta que al final Frederick la estranguló, la descuartizó, seccionó y guardó sus macabros trofeos, después la enterró en el garaje; poco tiempo después la familia de Lynda fueron a buscarla y el matrimonio dijo que había trabajado solo unos días en su casa y luego se marchó sin dejar ninguna dirección, Lynda fué la primera víctima enterrada en la casa.
Entretanto Rosemary tuvo otro hijo llamado Stephen.
La segunda víctima de su nueva casa se llamaba Carol Ann Cooper de quince años y fue secuestrada por los West sufriendo la misma suerte que Linda; Rose era cada vez más activa en los juegos sexuales de Fred, golpeaba a las víctimas, las sujetaba y al igual que su marido las violaba; Carol también fue enterrada en el sótano después de que Fred la estrangulara y cumpliera su ritual.
A Lucy Partington que esperaba en una parada de autobús la invitaron a llevarla en su coche, ella  aceptó y durante una semana fué el objeto de tortura y juguete sexual del matrimonio, hasta que acabó enterrada en el sótano junto a Carol y Lynda.
Entre 1974 a 1975, tres jóvenes más desaparecieron de la misma forma, mientras que los West probaban nuevos métodos de tortura,   el sufrimiento inhumano que provocaban a sus víctimas.
En 1976 Fred volvió a contactar con sus amigos antillanos para que tuviesen sexo con Rose mientras él miraba a escondidas y se excitaba cuando ella era sodomizada.
La increíble perversidad de los West llegaba hasta el punto de obligar a sus hijos a que vieran las grabaciones de esos encuentros mientras comentaban los detalles más escabrosos y comían palomitas en el salón de su casa, esos días los niños sabían que después de la sesión serían violados por su padre, igual que en las orgías que ofrecía Fred a sus amigos antillanos.
En 1977 Rose volvió a quedar embarazada de una niña mulata a la que llamaron Tara, al mismo tiempo Fred conoció a Shirley una prostituta bisexual de dieciocho años que quedó embarazada de él y que le planteó a Frederick la posibilidad de ocupar el sitio de Rose casándose con ella ,cosa que no gustó al matrimonio, así es que a finales de ese mismo año, Shirley fue asesinada y enterrada en el jardín ya que en el garaje no cabían más cadáveres, Fred extrajo el feto del vientre y lo sepultó junto a su madre.
En 1978 los West tuvieron su sexta hija, Louis, a la vez que que Fred dejaba embarazada a su hija Anne Marie que tuvo un aborto fortuito, después de eso, la joven conoció a un chico y se fué a vivir con él, mientras Rose y Fred seguían secuestrando, torturando, violando y asesinando jóvenes.
Entre 1980 y 1983 Rose tuvo tres hijos más, dos de ellos mulatos como su hermana Louis; el principio del final de la carrera criminal de los West fué en el año 1986, su hija Heather contó a su novio lo que ocurría en su casa y el chico lo comunicó a sus padres.
Poco tiempo después Heather acabó en el sótano por última vez, su padre la violó y la asesino.
Durante una de las orgías con los amigos de Fred, una de las chicas fue violada con la ayuda de Rose que la sujetaba para que no escapase, pero se liberó y contó a su novio lo que le había pasado, ambos acudieron a la policía que esta vez si creyeron en el testimonio de la joven y fueron atando cabos.
El detective al que le asignaron el caso, se personó en casa de los West con una orden de registro encontrando vídeos y fotografías de algunas de las chicas desaparecidas y de los hijos de la pareja siendo torturados y violados.
Ese material pornográfico unido a las denuncias de desapariciones, entre ellas la de Charmaine, y el testimonio de los niños, hizo que la policía empezase a desmantelar la casa encontrando el sótano con los aparatos de tortura y los cadáveres que se hallaban repartidos bajo el suelo y el jardín.
Los West fueron arrestados, juzgados y condenados a cadena perpetua, Fred se ahorcó en la cárcel y Rose Mary sigue cumpliendo condena.
La casa de los horrores fué demolida.





 

lunes, 14 de abril de 2014

Pensamientos

En el dilatado útero del universo existen varios laboratorios y en cada uno de ellos trabaja un único biólogo, el de los católicos, el de los hinduistas, el de los musulmanes, el de los budistas y otras delegaciones o franquicias de estos.
Cada biólogo dependiendo del lugar de nacimiento del individuo impone unas normas que deben ser cumplidas por los humanos si queremos salvar nuestras almas en el momento de la muerte, generalmente este contrato entre dioses y humanos es leonino, en cuanto te obligan a vivir según sus condiciones o atenerte a las consecuencias castigándote por toda la eternidad; el porque seguimos creyendo que hay algo más después de la muerte es todo un misterio, un atisbo de esperanza para poder seguir con nuestras vidas premeditadamente gobernadas en la que no hemos tenido ni voz ni voto.
Depende de la religión que se profese sea impuesta o no, al final de nuestros días podremos elegir el paraíso que queramos disfrutar el resto de la eternidad; algunos elegirán pasar el tiempo a la derecha de su creador,otros preferirán reencarnarse, otros ir a un lugar con vírgenes, otros querrán terminar su ciclo y no volverse a reencarnar, etc.
Cada biólogo al igual que los políticos montan su campaña electoral, prometen que si haces tal o cual cosa serás recompensado con esto o lo otro, pero ojo, intenta no cumplir lo que te ordenan y te castigarán eternamente a un lugar espantoso; yo considero que eso es una amenaza y dudo de la bondad de todos los creadores.
El destino de vuestro último viaje lo podéis encontrar en los libros del Torán, La Biblia, El Corán, El Bhagavad- Gita, etc., es tan fácil como leer los catálogos de una agencia de viajes y elegir destino.
A veces pienso que si en realidad existen los creadores, no son más que unos grandes mercaderes.
Esta opinión es muy personal y espero no haber ofendido a nadie.