jueves, 13 de febrero de 2014

Pensamientos

Hoy he estado viajando en el tiempo, y me he parado en uno de los momentos de la infancia de mis hijos.
Recuerdo que por entonces salió un pequeño juguete llamado tamatgochi, y la intención era que los niños aprendiesen a ser responsables, procurando entender las necesidades del tamagotchi, dándoles de comer, cuidándolos cuando enfermaban, jugando con ellos, limpiando sus pipís y cacas, en fin una mascota virtual, y la misión era mantenerla con vida, si lo hacías bién y el juguete llegaba al final, aparecía otro al que tenías que dedicar los mismos cuidados.
Horas me pasé por aquel tiempo mientras mis hijos estaban en el colegio, a procurar que el tamagotchi sobreviviera y fuera feliz; eso lo he hecho yo, pese a no haberlo creado y siendo consciente de que era un juguete sin necesidades, emociones o sentimientos, y lo cuidaba con tanto celo porque no quería decepcionar a mis hijos dejándole morir por un descuido, yo tenía una motivación, algo que parece no tener el ingeniero genético del universo, yo una de esas que dejó al libre albedrío y con una frase " Cuídate y te cuidaré", vamos algo así como " ya te apañarás".
Pese a todo no voy a juzgar y mucho menos las cosas que no entiendo, pero si puedo opinar mi gran biólogo que hace siglos te quedaste tan rígido como tu dedo en la obra de Miguel Ángel.
Por cierto levantar así el dedo es signo de autoritarismo, además de ser de mala educación.
Si algún día te aburres echa una mirada a la bolita del mundo y si te gusta lo que ves, me demostrarás lo que eres.



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