martes, 18 de marzo de 2014

Vudú - parapsicología

Uno de los ritos más temidos de procedencia africana extendida por muchos países cada uno con sus adaptaciones, es el vudú, y si hablamos del vudú es casi obligado tocar el tema de los zombies, un ser vivo privado de libertad que tuvo su origen en los campos de algodón tahitianos.
Este polvo era utilizado para que los hombres y mujeres que trabajaban los campos pudieran ser esclavizados y aunque semiconscientes a todo, su voluntad quedaba anulada en beneficio de los explotadores, en aquel tiempo era bastante normal encontrar zombies deambulando entre la gente.
Según las creencias populares algunos a los que se les aplicó el polvo zombie, que se extrae de una leguminosa tropical llamada mucunia pruriens o del pez globo, una vez conscientes y libres del "hechizo" regresaban como de costumbre a descansar a sus tumbas.
Os preguntareis que tiene que ver esto con la parapsicología, nada, no tiene nada que ver, pero lo que voy a relatar a continuación está bastante unido a la magia negra y aquí a mi lado tengo el manuscrito de las vivencias de una persona, amigo de una de mis dos amigas especiales, es un bloc de notas normal y corriente pero el contenido como poco da que pensar, por supuesto el nombre de esta persona no es el real.
Durante años Miguel colaboraba con una asociación de ayuda a los desfavorecidos sin ánimo de lucro, anteriormente fue seminarista pero no llegó a recibir los votos para ejercer el sacerdocio y decidió estudiar medicina.
En uno de sus viajes como cooperante vivió la terrible experiencia de haber sido convertido en un muerto viviente; el día de su conversión había tenido una jornada normal dentro del duro trabajo que realizaba tanto él como sus compañeros y al finalizar fue a la tienda que compartía con otros para hacer sus anotaciones como solía hacer siempre; púes bién la noche de ese mismo día desapareció.
Durante  unas horas sus compañeros pensaron que podía haber sido secuestrado, ya que estaban en un país en conflicto, y montaron un dispositivo de búsqueda que durante dos días no dio ningún resultado, pero al llegar el tercer día, una de sus compañeras lo encontró deambulando en un pequeño mercado, andaba dando traspiés con la mirada ida y su cuerpo cubierto de tierra; avisó al resto de compañeros que lo recogieron para llevarlo al campamento dónde le proporcionaron un antídoto a base de áloe.
Miguel tardó algún tiempo en recuperarse y cuando lo hizo recordó que lo último que hizo antes de entrar en un estado semiinconsciente fué meterse en la tienda a escribir en su bloc de notas, una de las personas que estaba escuchando su relato, se acercó al bloc con mucho cuidado, se puso una mascarilla y comprobó que el bloc estaba impregnado de polvo de zombie,  dedujeron que podía haber sido una especie de venganza de algún nativo, bién por superstición, bién por venganza o por cualquier otro motivo; el caso es que Miguel decidió volver durante un tiempo a su país.
Diez días después llegó al aeropuerto donde le esperaban su madre y su única hermana, se recuperó y volvió a su vida cotidiana en el pequeño pueblo donde tenían su hogar, pero lo que todavía no sabía Miguel es que no había viajado solo.
Había pasado un mes desde su regreso cuando volviendo de un paseo encontró a su hermana empapada en sangre y con la mirada perdida, se acercó a ella pensando que algo horrible había pasado y podía estar herida, una vez comprobó que la sangre no era de su hermana y tras varios intentos de que volviera en si, le preguntó a quien pertenecía la sangre, ella señaló con el dedo a la habitación de su madre, cuando entró vio con espanto como su madre de rodillas y también con la mirada perdida, había degollado a una gallina salpicando las paredes de sangre.
Nota: continuaré este relato en una próxima entrada.
Nota: todavía tengo pendiente la sesión de ouija.
Gracias por vuestra paciencia.





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