Juanito Forever

Viernes once de Septiembre

Mira por donde, a lo tonto a lo tonto hoy ya es viernes y nada más levantarme le he pedido mi paga a la abuela, le ha dado un ataquito y se ha  cabreado, así, sin más, y me ha dicho que por lo menos podía haberle dado los buenos días, pero que de nosotros no espera nada, que tiene muy clarito que sus tres nietos son unos chupópteros que solo la queremos para cuidarnos y pedirle dinero, ¿ y que recibe ella a cambio? nada.

Yo aunque parezca mentira soy muy sensible y me ha sabido fatal no haberle deseado buenos días, así es que he salido de la cocina he vuelto a entrar y la he saludado tres veces; después me he metido en el baño a pensar y de paso he hecho mis necesidades.

He salido del lavabo, he cogido mi diario y con él he vuelto a entrar en la cocina para decirle a mi abuela que un trato entre hombres es un trato de honor y que si yo escribo ella me da la paga.

Le enseño todo lo que he apuntado durante estos días, se vuelve a cabrear y me dice que un diario es algo muy y privado y que leerlo va en contra de la intimidad de la persona y eso está castigado por la ley como cuándo abres las cartas de algún vecino.

Yo me he quedado catatónico porque no sabía que enseñar tu diario fuese tan grave y a mí la señora ley aunque no la conozco personalmente, me da un poco de repeluzno porque he oído decir que es una castigadora sin piedad, así es que le he prometido a la abuela que nunca más enseñaré a nadie mi intimidad.

A la pobre se le han puesto ojos de pescao y me ha dado por fin la paga.

Hoy he llegado al cole muy orgulloso de mi mismo porque pensé que por primera vez había llegado antes que nadie, pero no, allí estaba ya don Casiopeo con cara de vinagre, le doy los buenos días muy modosito y me dice que no tengo término medio, que o me paso o no llego, no no entiendo bien lo que quiere decir y antes de darle el gusto de que me castigue él, me castigo yo solito y salgo al pasillo, me dice que vuelva a entrar en clase y deje de hacer el tonto.

Cuando hemos bajado al patio me he encontrado con Carolina, una especie de amiga compartida, ella comparte con nosotros su amistad y nosotros tenemos que compartir con ella nuestros bocadillos; a mi no me importa hacerlo, porque Carolina además de ser mayor, ecologista y vegetariana, tiene tetas, y cuando mis amigos me ven hablar con ella, se ponen verdes de envidia.

A mi me encanta cuando me cuenta cosas porque siempre aprendo algo nuevo, pero hoy, cuando me ha pedido el bocadillo a cambio de su amistad y ha visto que era de mortadela se ha puesto a nacer, y me ha dicho que como un niño tan sensible como yo puede comer animales muertos; yo le he contestado el el bocadillo era de fiambre, y ella me ha aclarado el significado de la palabra fiambre y su procedencia.

Dice que en italiano quiere decir caput , vamos que está un poco muerto y que si todos fuésemos vegetarianos y solo comiésemos cosas verdes, otro gallo nos cantaría, y que ella es tan naturista que para solidarizarse con los animales a veces usa cinturones de cuero para no hacerles el feo ni herir su sensibilidad.

Después de clase, nada más llego a casa le digo a la abuela que soy vegetariano y que no pienso volver a comer animales muertos; ella me contesta que si a partir de ahora me los pienso comer vivos, voy a tener que convencerlos para que se dejen mordisquear.

Esto me da en que pensar me encierro en el wc, y después de darle vueltas al asunto, llego a la conclusión de que Carolina no es lo que parece, que va de vegetariana pero come animales vivos.

Voy a mi cuarto y pillo a mi hermano pequeño leyendo mi diario,le digo que eso es un atentado a la intimidad y le doy una torta, se pone a llorar, viene mi madre y me castiga, viene mi abuela y me riñe, Dani deja de llorar y me da una patada en la espinilla, así, sin más.

Me vuelvo a encerrar en el baño, me parece injusto que por culpa del mimao la tenga que pagar yo.

En fin por suerte ya ha acabado el día y me voy a dormir pronto, que mañana es sábado y nos toca marujeo en el super.